Episodio III
Después de años de espera -literalmente- llega a las pantallas el Episodio III. George Lucas podrá ser acusado de explotar el efecto de la mercadotecnia, pero nunca de hacerlo sin un fundamento. Es incuestionable que la primer trilogía de la saga de Star Wars (La Guerra de las Galaxias) brindó no sólo un buen rato de entretenimiento, sino la posibilidad de mirar a un universo distinto. El símbolo del Jedi, la Fuerza y la necesaria congruencia del primero para poderse favorecer de la segunda van más allá del retrato simplón de héroes de batallas y egos.
El Episodio III cierra un círculo iniciado hace 28 años. La historia de Anakin Skywalker es sin duda la más dilemática y profunda de la saga -un niño prodigioso, sin embargo, demasiado humano para poder controlar sus pasiones; un adolescente que se deja llevar por el sentimiento y por el sufrimiento; la inteligencia sobrepasada por la avaricia y finalmente, la paradoja de un ser maligno arrepentido y sacrificado.
El proceso de conversión, la delgada línea en que Anakin se tornó en Darth Vader es mucho menos discernible de lo pensado y la caída a la lava y conversión en máquina son sólo el corolario de un proceso mucho más complejo.
Es cierto, las dos películas previas "The Phantom Menace" y "The Clone Wars" han dejado medianamente satisfecho al público (incluída quien escribe), sin embargo, la historia de quien bien podría considerarse el villano más conocido del cine debe de ser fascinante.
YO YA TENGO BOLETO: ¡función de estreno!
posted by Ana Molkas @ 9:41 a.m.
2 Comments:
yo también. venga vader.
Debo de admitir, que aunque no soy un fan de hueso colorado, no puedo evitar que mi piel se ponga chinita, cuando escucho las palabras del futuro emperador:
"E: Lord Vader
DV: Yes Master?
E: Riiiiise"
=P
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